"Energía Mental en el Átomo Físico"
“Lo que
anima la vida física es el fluído vital. Ese fluido es (repetimos) la sangre
inmaterial que el ser absorbe al nacer. Esto en lo que respecta al mismo como
entidad física. Como entidad anímica, intelectual, mental, ese fluido
interpenetra el organismo en forma de vibraciones, variadas en intensidad, de
acuerdo con las condiciones del individuo.” Carlos B Gonzalez Pecotche – Vida y
Existencia, pag 30.
“El átomo
de la materia, la unidad de fuerza, la mente del hombre y el ser del arcángel,
no son mas que grados de una sola y misma escala, y todos son fundamentalmente
los mismos, siendo la diferencia sólo cuestión de grado y de intensidad
vibratoria: todos son creaciones del TODO,…” Tres Iniciados – El Kybalion, pag
77.
Muchas
enseñanzas de diversas épocas históricas afirman que todo lo que existe es en
realidad de naturaleza mental, que la substancia madre de la cual está hecho
todo el Universo es de esencia puramente mental, no física.
Al mismo
tiempo, hoy se sabe que todo lo que existe está hecho de átomos, que los átomos
están en permanente movimiento y que, por lo tanto, vibran.
Me pregunto
entonces si podrá ser que esa substancia mental o esencial aludida se encuentre
en lo central del átomo físico o material, insuflándole el fluido vital que lo
hace vibrar.
¿Qué une
entonces lo mental con lo físico, siendo que las dos realidades operan,
existen, y son observables y comprobables?
Entiendo lo
mental como un plano, campo o dimensión que tiene una intensidad vibratoria mas
elevada que la física, siendo igualmente una parte de la realidad humana.
Si el
universo es originalmente mental, si lo mental subyace en todo lo físico, el
contacto entre ambas realidades debería estar en alguna partícula básica o
elemental de lo físico, es decir alguna parte o componente del átomo. Si la parte mental del átomo físico es la energía que se
concentra en su centro y que le da estructura y cohesión, la diferencia
entre ambos planos entiendo que se da especialmente en la intensidad vibratoria y la
frecuencia de las ondas que se generan. Una cosa podría pasar de un plano a
otro según varíe su densificación, o su mayor o menor vibración.
Llevándolo
mas allá: si lo que sostiene todo el universo es energía mental en su
punto cúlmine de vibración (podría llamarse también Mente Universal, o Dios, o Causa
Primordial, o Espíritu, etc) en un plano que de tan lejano a mi realidad es
imposible que comprenda, podría decir que el átomo de partículas físicas está
sostenido por energía de alta vibración situada en su núcleo, lo que –esencialmente-
entiendo como Vida.
Bajando a
un terreno de ejemplos cotidianos, este juego y vínculo entre realidades mental-física es lo que puede verse que pasa con los
pensamientos que tenemos, porque puede comprobarse la facilidad que tienen las
ideas-pensamientos (mundo mental) para generar consecuencias reflejas directas
que se materializan en hechos (mundo físico).
Siendo así, un ser humano, al aumentar voluntariamente la frecuencia
vibratoria de su propio contenido mental (es decir cambiar sus pensamientos), va ascendiendo gradualmente por sucesivos planos mental y luego espiritual,
cumpliendo con la superación o evolución natural, ampliamente demostrada. Esto me recuerda a lo que propone
realizar la Logosofía ,
con su proceso conciente de evolución interna.
German Raffetti Bourgaud
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